el crecimiento y el poder del apetito

Una operadora de datos sobre consumo habitual se destaca de manera prominente que nadie puede poner en entredicho. Es que el crecimiento constante del apetito. Hay excepciones, como en la acción de casi todas las reglas, pero el resultado casi invariable de la costumbre que hemos mencionado, es decir, como hemos dicho, un crecimiento constante de apetito por el estimulante absorbido. Que esto es como consecuencia de ciertos cambios mórbidos en la condición física producida por el alcohol en sí mismo, difícilmente podrá ser cuestionada por cualquiera que se ha hecho conocer las diferentes alteraciones funcionales y orgánicas que invariablemente siguen a la introducción continua de esta sustancia en el cuerpo .

Pero es el hecho en sí, no a su causa, que ahora quiere dirigir su atención. El hombre que se cumple en un primer momento con un solo vaso de vino en la cena, se encuentra, después de un rato, que el apetito pide un poco más, y, en el tiempo, un segundo vaso se concedió. El aumento del deseo puede ser muy lento, pero va en duda hasta que, al final, una botella entera apenas será suficiente, con demasiadas, para satisfacer sus exigencias imperiosas. Es lo mismo en lo que respecta a la utilización de cualquier otra forma de bebida alcohólica.

Ahora, hay hombres así constituidos que son capaces, por una larga serie de años, o incluso para toda una vida, para celebrar este apetito dentro de un cierto límite de la indulgencia. Decir "Hasta el momento, y no más allá." Sufren en última instancia de dolencias físicas, que sin duda sigue el contacto prolongado de intoxicaciones alcohólicas con las delicadas estructuras del cuerpo, muchas de carácter doloroso, y acortar la duración de su vida natural, pero aún así son capaces de beber sin un aumento de apetito tan grande como para llegar a un grado sobrecogedor. Ellos no se ponen borrachos abandonados.

Ningún hombre bebidas seguro que. ----------------------

Pero ningún hombre que se inicia el consumo de alcohol en cualquier forma puede decir lo que, al final, va a ser su efecto en el cuerpo o la mente. Miles y decenas de miles, una vez totalmente inconsciente del peligro de esta fuente, baja anual en las tumbas borrachos ". No existe una norma por la que cualquiera puede medir la fuerzas del mal latente en su naturaleza hereditaria. Él puede tener a partir de ancestros, próximo o remoto, una tendencia moral insalubres, o diátesis física, a la que la influencia particularmente preocupante de alcohol le dará al estado morboso en el que se encuentra su vida desastrosa. Que los resultados de ese seguimiento del uso de alcohol en un gran número de casos, es ahora un hecho bien conocido en la historia de la embriaguez. El tema del alcoholismo, con las causas mental y moral de sus líderes, han atraído una gran atención serio. Los médicos, los superintendentes de los asilos borracho y loco, guardianes de la prisión-, los legisladores y los filántropos han estado observando y estudiando sus muchas fases triste y terrible, y los resultados de grabación y opiniones. Si bien las diferencias se mantienen en algunos puntos, como, por ejemplo, si la embriaguez es una enfermedad para la que, después de que se ha establecido, el individuo deja de ser responsable, y debe ser objeto de limitación y el tratamiento, en cuanto a la locura o la fiebre, un delito debe ser castigado, o un pecado que arrepentirse y curado por el médico de las almas, todos coinciden en que es una enfermedad hereditaria o adquirida mentales y nerviosos con muchos, que hace uso de alcohol en extremo peligroso.

El punto que queremos hacer con ustedes es, que ningún hombre puede saber, hasta que ha utilizado las bebidas alcohólicas durante un determinado período de tiempo, si tiene o no esta condición hereditaria o adquirida física o mental, y que, si debe existir, un descubrimiento del hecho puede llegar demasiado tarde.

Dr. D.G. Dodge, Superintendente tardía del Estado de Nueva York emborrachar asilo, al hablar de las causas que conducen a la intemperancia, después de afirmar su creencia de que se trata de una enfermedad transmisible, como "la escrófula, la gota o el consumo", ha dicho:

"Hay hombres que tienen una organización, lo que puede llamarse una idiosincrasia alcohólicas; con ellos el deseo latente de estimulantes, si entregó, pronto lleva a los hábitos de intemperancia, y, finalmente, a un apetito morboso, que tiene todas las características de un enfermo condición del sistema, que el paciente, sin ayuda, es impotente para aliviar desde la debilidad de la voluntad que llevó a la enfermedad dificulta su eliminación.

"Una vez más, nos encontramos en otra clase de personas, los que han tenido padres sanos, y han sido educados y acostumbrados a las buenas influencias sociales, morales y sociales, pero cuyo temperamento y constitución física son tales, que, cuando una vez disfrutar de la uso de estimulantes, los cuales se encuentran placentero, siguen disfrutar habitualmente hasta que deje de ser moderada, y se convierten en bebedores excesivos. El apetito depravado se establece, que los lleva en forma lenta, pero segura, a la destrucción. "